ERRORES FINANCIEROS QUE COMETEMOS LOS EMPRENDEDORES

Emprender es pura adrenalina. Muchas veces se siente como tener el poder de convertir un sueño en realidad. Y la verdad es que todas las decisiones que tomamos, las tomamos con la mejor intención de que nos vaya bien, pero no siempre es así.

De acuerdo con el Índice Global de Emprendimiento 2018 , el 80% de los emprendimientos en Costa Rica no llega al tercer año de vida. A algunos les faltó pasión y a otros un buen modelo de negocios. Y como lo que se busca es ser rentable, el tema del dinero y las finanzas en general siempre son claves cuando estamos desarrollando una idea y muchas veces son la razón del por qué un emprendimiento muere. Lo bueno es que ya muchos nos hemos equivocado y podemos contarle a otros sobre qué no hacer para no morir en el intento. Aquí le dejo los errores financieros más comunes que cometemos los que nos lanzamos a emprender:

  1. No tener cómo financiar el emprendimiento y endeudarse para empezar: necesitamos capital para empezar, en eso todos estamos de acuerdo. El asunto es que si no tenemos plata, una opción es endeudarnos o buscar un inversionista, y eso no siempre es mala idea. … lo que es contraproducente es no tener un plan de negocios claro para administrar ese dinero: es muy fácil que la plata se esfume tal como llegó. Es un grave error endeudarnos más allá de las posibilidades del negocio, y la verdad es que iniciar un negocio con deudas crea un precedente del que cuesta mucho salirse. Lo mejor es iniciar con un capital propio, y si no es suficiente, asumir una deuda por un monto que haga sentido de acuerdo con el modelo financiero que construimos para nuestro negocio.

  2. Depender económicamente del negocio, y sólo del negocio: este es uno de los errores más comunes y los que más crean estrés. Nosotros como emprendedores no podemos, al principio, depender de las ventas del negocio para poder pagar los recibos de la casa, el alquiler, la comida, la niñera, etc. Si queremos hacer las cosas bien, así como el negocio necesita capital para empezar, nosotros, a nivel personal, necesitamos un fondo para sostenernos durante algunos meses y no drenar la caja del negocio desde el día uno.

  3. No separar mis finanzas de las finanzas de la empresa: este es un error que no siempre vemos como un error. El asunto es que manejamos en la misma cuenta toda la plata. Le pagamos a los proveedores del negocio y desde la misma cuenta hacemos las compras del súper de la casa. Eso es evidencia de que no manejamos el flujo de caja de nuestro negocio de la mejor manera. No es una práctica que ayude a controlar el gasto, y lo peor de todo es que no nos permite, de forma clara, medir cuánto realmente me está "dejando” el negocio, porque entonces no sabemos cuánto es salario y cuánto es ganancia… y esas son dos cosas muy diferentes! Lo ideal: asígnele un salario al colaborador más importante: usted.

  4. No realizar todos los trámites necesarios por ahorrarnos dinero al principio: simplemente no hay de otra. Si nos queremos evitar multas de Hacienda, de la Municipalidad, de la Caja o de algún otro ministerio es preciso hacer las cosas bien y completas. Muchas veces esas multas vienen acompañadas por periodos en que nuestro negocio es clausurado, entonces se vuelve bien interesante y estresante tener que sacar dinero de donde no hay para pagar multas nada despreciables que pudieron ser evitadas.

  5. Empezar a operar como la empresa que soñamos: triste pero cierto! Desde el día uno no vamos a tener ni el dinero, ni los clientes, ni las ventas que soñamos y por ende no deberíamos pagar o invertir en cosas que la empresa todavía no puede costear. No todos los emprendimientos van a necesitar la mejor página web, el equipo más nuevo, el logo más chiva, el uniforme, el staff, el local o la oficina, el carro, los asesores, los beneficios, el producto más pulido… es el mismo negocio el que nos va indicando qué se necesita, cuándo y de qué tamaño. Y que quede muy claro, lo que sí necesita un emprendimiento desde el día uno es: calidad en el producto o servicio; colaboradores identificados con el propósito y capacitados para entregar la mejor experiencia de servicio a los clientes; y sobretodo un emprendedor muy apasionado, informado e incansable por hacer surgir su idea.

Rosa Gomez